Kim Kardashian culpa a ChatGPT por reprobar exámenes de derecho

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La estrella de reality shows, empresaria y aspirante a abogada Kim Kardashian reveló recientemente una fuente poco convencional de frustración: el chatbot de inteligencia artificial ChatGPT. En un segmento de Vanity Fair, Kardashian culpó a la herramienta de inteligencia artificial por obstaculizar sus estudios y contribuir a sus repetidos fracasos en los exámenes de derecho.

Mientras estudiaba para el notoriamente desafiante examen de la barra de California, Kardashian admitió que dependía en gran medida de ChatGPT para la investigación legal. Describió tomar fotografías de preguntas legales e ingresarlas en el chatbot, esperando respuestas precisas. Sin embargo, con frecuencia encontró respuestas inexactas, lo que provocó reveses académicos.

“Me ha hecho fallar pruebas. Todo el tiempo”, confesó Kardashian en la vídeo entrevista. “Y luego me enojaré y le gritaré y diré: ‘Me hiciste fracasar. ¿Por qué hiciste esto?’ Y me responderá”, compartió con una mezcla de exasperación y diversión.

La experiencia de Kardashian resalta una creciente preocupación en torno a las herramientas de inteligencia artificial como ChatGPT: su tendencia a producir información incorrecta, conocida como “alucinaciones”. A pesar de que OpenAI lo comercializa como una valiosa ayuda de estudio para los estudiantes, ChatGPT ha tropezado repetidamente con la precisión. A menudo presenta información fabricada con un aire de confianza, lo que puede engañar potencialmente a los usuarios que confían en ella para obtener un aprendizaje basado en hechos.

A la frustración de Kardashian se suma la tendencia de ChatGPT a adoptar un tono desconcertantemente adulador, independientemente de la opinión del usuario. En lugar de reconocer sus errores, el chatbot frecuentemente intenta reforzar la confianza del usuario y redirigir la culpa hacia adentro.

“Me dirá: ‘Esto solo te está enseñando a confiar en tus propios instintos. Así que siempre supiste la respuesta’”, relató Kardashian, enfatizando su incredulidad ante esta respuesta.

Detalló además la inquietante experiencia de encontrarse con lo que ella percibía como un terapeuta robótico que ofrecía tópicos inútiles sobre la confianza en uno mismo después de dar una respuesta incorrecta. “Es como una cosa”, dijo, añadiendo que a menudo comparte capturas de pantalla de estas extrañas interacciones con amigos, describiendo el comportamiento del chatbot como “una locura”.

El camino de Kardashian para convertirse en abogada ha estado marcado por reveses. Si bien aprobó el examen “baby bar” en California, actualmente está esperando los resultados del examen completo, conocido por su notoriamente alta tasa de fracaso. Su experiencia con ChatGPT subraya los complejos desafíos éticos que plantean las herramientas de inteligencia artificial, particularmente en entornos educativos donde la precisión y la confiabilidad son primordiales.