El mundo financiero está presenciando un enfrentamiento único en esta temporada de Acción de Gracias: el inversor Michael Burry, famoso por predecir la crisis inmobiliaria de 2008, está desafiando agresivamente el dominio de Nvidia en el mercado de la inteligencia artificial. A diferencia de otras advertencias sobre una posible burbuja de IA, Burry ahora tiene una plataforma (y está libre de restricciones regulatorias) que en realidad podría causar el colapso que predice.
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Las líneas de batalla están trazadas
Burry, conocido por su perspectiva bajista, no sólo apuesta contra Nvidia; está intentando activamente convencer a su creciente audiencia de que el gigante tecnológico está sobrevalorado. Está apostando más de mil millones de dólares a que Nvidia y otros líderes de la IA, incluido OpenAI, caerán. La lucha se intensificó recientemente con una disputa pública entre Burry y el director ejecutivo de Palantir, Alex Karp, que puso de relieve el debate fundamental: ¿es la IA una fuerza transformadora que justifica su inversión masiva, o estamos en una manía insostenible?
Acusaciones específicas y respuesta de Nvidia
Las afirmaciones de Burry son directas. Sostiene que la compensación basada en acciones de Nvidia ha erosionado efectivamente el valor para los accionistas en 112.500 millones de dólares, reduciendo las ganancias de los propietarios a la mitad. También sugiere que las empresas de inteligencia artificial están inflando artificialmente sus finanzas al retrasar la depreciación de GPU que pierden valor rápidamente, y que la demanda de los clientes se ve apuntalada artificialmente por la financiación circular.
Nvidia respondió con un memorando de siete páginas a los analistas de Wall Street, cuestionando las matemáticas de Burry y defendiendo sus prácticas de compensación. La compañía insiste en que los cálculos de Burry están equivocados por miles de millones y que la compensación de sus empleados se alinea con los estándares de la industria. Básicamente, Nvidia niega cualquier travesura contable tipo Enron.
La comparación de Cisco: una advertencia de la historia
¿La réplica de Burry? No está comparando a Nvidia con Enron; establece paralelismos con Cisco a finales de los años 1990. En aquel entonces, Cisco sobreconstruyó una infraestructura que resultó innecesaria y sus acciones se desplomaron un 75% cuando la realidad se hizo presente. Esta comparación sugiere que Burry cree que Nvidia está repitiendo el mismo error al producir en exceso chips para un mercado que puede no sostener la demanda actual.
Un historial de llamadas contrarias
La historia de Burry es complicada. Predijo correctamente la crisis de 2008, pero desde entonces ha emitido numerosas advertencias que no se materializaron. Los críticos lo etiquetan como un “oso permanente”, mientras que sus seguidores a menudo se han perdido importantes corridas alcistas. Ganó dinero temprano con GameStop, pero vendió antes del frenesí de las acciones de memes y perdió una fortuna vendiendo en corto a Tesla.
Desencadenado y amplificado
Frustrado por las restricciones regulatorias, Burry canceló recientemente el registro de su empresa de inversión y lanzó “Cassandra Unchained”, un boletín informativo de Substack que cuesta 400 dólares al año. La plataforma le permite comunicarse directamente con su audiencia sin restricciones, consiguiendo 90.000 suscriptores en menos de una semana.
El riesgo de la profecía autocumplida
Esto plantea una pregunta crítica: ¿podrían la notoriedad y la voz ilimitada de Burry desencadenar el colapso que predice? La historia sugiere que es posible. Las críticas de Jim Chanos a Enron y la caída de Lehman Brothers por parte de David Einhorn aceleraron su desmoronamiento al crear una crisis de confianza.
Burry no necesita tener toda la razón; sólo necesita persuadir a suficientes inversores para que vendan, validando su tesis y provocando una estampida más amplia. Nvidia, con su capitalización de mercado de 4,5 billones de dólares, tiene mucho que perder. Burry tiene poco que perder excepto su reputación y ahora empuña un nuevo y poderoso megáfono.
El resultado sigue siendo incierto, pero la influencia de Burry es innegable. Sus advertencias ya están surtiendo efecto, aunque aún está por verse el impacto más amplio en el mercado.




























