El cierre gubernamental más largo en la historia de Estados Unidos finalmente está llegando a su fin. La Cámara de Representantes aprobó un proyecto de ley para reabrir el gobierno el 25 de enero y se espera que el presidente Trump lo promulgue en breve. Esto se produce después de 43 días de agencias federales operando con fondos limitados o nulos.
Si bien se ha evitado la crisis inmediata, el acuerdo en gran medida retrasa la situación. La financiación se ampliará hasta el 30 de enero, lo que plantea la posibilidad de otra batalla por el cierre en tan sólo unas semanas. A pesar de la solución a corto plazo, de este prolongado estancamiento surgen algunos cambios concretos:
Victorias limitadas para los trabajadores y programas federales
El proyecto de ley de reapertura ofrece cierto alivio para aquellos directamente afectados por el cierre. Miles de empleados federales que enfrentan despidos ahora mantendrán sus empleos, al menos hasta el 30 de enero. Este fue un punto de conflicto clave, ya que muchos trabajadores ya estaban experimentando dificultades financieras debido a los cheques de pago atrasados. Además, todos los empleados suspendidos recibirán salarios atrasados mientras dure el cierre, cumpliendo con un requisito legal que la administración Trump había insinuado previamente que podría no cumplirse.
Otro resultado importante es la financiación total del Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP), también conocido como cupones para alimentos, hasta septiembre de 2026. Esto proporciona una estabilidad crucial a millones de estadounidenses que dependen de los beneficios del SNAP para su seguridad alimentaria.
Incertidumbre persistente y posibles impactos a largo plazo
A pesar de estos triunfos, los efectos del cierre seguirán repercutiendo en varios sectores. Las interrupciones en los viajes aéreos causadas por la escasez de personal de la FAA pueden persistir durante varios días incluso después de que el gobierno reanude las operaciones normales. Si bien se espera que los beneficios de SNAP se restablezcan rápidamente, los expertos advierten que la interrupción sin precedentes del acceso podría erosionar la confianza del público en el programa con el tiempo.
Los subsidios a la atención médica siguen sin resolverse
La omisión más flagrante de este acuerdo temporal es cualquier extensión de los subsidios cruciales para la Ley de Atención Médica Asequible (ACA), también conocida como Obamacare. Esta fue una de las principales exigencias de los demócratas durante las negociaciones, pero finalmente no lograron conseguir una prórroga. Como resultado, se proyecta que las primas de seguro médico en los mercados de la ACA aumentarán aproximadamente un 30 por ciento el próximo año.
Este cierre ha puesto de relieve profundas divisiones en Washington y ha planteado dudas sobre la capacidad del país para una gobernanza responsable durante períodos de intenso conflicto político. El alivio temporal que ofrece este acuerdo hace poco para abordar estos problemas subyacentes, lo que hace que muchos se pregunten qué depara el futuro para las operaciones gubernamentales y los servicios esenciales.




























