Varios países europeos están desarrollando activamente sus propios sistemas de inteligencia artificial (IA), una medida impulsada por preocupaciones sobre la dependencia de tecnología extranjera, particularmente estadounidense, y el deseo de soberanía digital. Esta tendencia surgió tres años después de que ChatGPT de OpenAI incorporara la IA a la corriente principal, destacando la importancia estratégica de controlar la infraestructura de IA.
El impulso a la independencia digital
El Parlamento Europeo ha reconocido una “fuerte dependencia de tecnologías extranjeras”, particularmente de Estados Unidos. Un informe reciente señaló que es poco probable que la dependencia de Europa disminuya sin una inversión sustancial, especialmente teniendo en cuenta el compromiso de 500 mil millones de dólares de Estados Unidos para el desarrollo nacional de la IA. La IA soberana se refiere a la capacidad de una nación para desarrollar, alojar, implementar y gobernar de forma independiente sistemas de IA para sus ciudadanos. Esto significa evitar la dependencia de sistemas externos o jurisdicciones de la nube.
Varias naciones europeas están respondiendo ahora con iniciativas concretas.
Proyectos nacionales de IA en toda Europa
Alemania: El gobierno alemán ha lanzado el proyecto Sovereign Open Source Foundation Models (SOOFI). Esta iniciativa tiene como objetivo crear un modelo de IA fundamental de código abierto adaptable a diversas aplicaciones, incluida la robótica avanzada. Deutsche Telekom y T-systems brindan soporte técnico, utilizando 130 chips NVIDIA y más de 1000 GPU. SOOFI se centrará en desarrollar experiencia en todo el proceso de desarrollo de IA, desde la preparación de datos hasta la capacitación de software.
Suiza: La Iniciativa Suiza de IA presentó Apertus, el primer modelo de lenguaje multilingüe del país, en septiembre. Apertus es completamente de código abierto y brinda acceso a la arquitectura de capacitación, conjuntos de datos, código fuente y pesos de modelos. El modelo ha sido entrenado en 15 billones de tokens en más de 1000 idiomas, incluidos el alemán suizo y el romanche, y está disponible en Public AI para acceso global. El desarrollo futuro se centrará en aplicaciones de dominios específicos en derecho, clima, salud y educación.
Polonia: Polonia lanzó su modelo polaco de lengua grande (PLLuM) en febrero. Este modelo está diseñado específicamente para el idioma polaco y aborda las complejidades de la inflexión y la sintaxis. El gobierno planea integrar PLLuM en Hive AI, un sistema para automatizar las operaciones de la administración pública y construir un ecosistema nacional de IA. El proyecto incluye asistentes virtuales para el acceso a la información pública y herramientas inteligentes para el procesamiento de documentos.
España: El Centro de Supercomputación de Barcelona (BSC) presentó en enero Alia, una infraestructura de IA abierta y multilingüe. Desarrollado utilizando el superordenador MareNostrum 5, Alia proporciona una base de datos abierta de recursos en español, euskera, catalán y gallego para respaldar el desarrollo de modelos de IA nacionales. La Agencia Española de Supervisión de la Inteligencia Artificial (AESIA) prevé integrar Alia en un chatbot de agencia tributaria y una aplicación de diagnóstico de insuficiencia cardíaca. Cataluña también ha lanzado Aina, un modelo en lengua catalana para el desarrollo de productos de IA.
Países Bajos: En 2023, un consorcio de organizaciones sin fines de lucro comenzó a desarrollar GPT-NL, un modelo de inteligencia artificial de código abierto para el idioma y la cultura holandeses. El proyecto utiliza datos protegidos por derechos de autor de editores, fuentes públicas y generación de datos sintéticos. Un acuerdo con editoriales holandesas garantiza un modelo de participación en los beneficios tras su lanzamiento, manteniendo al mismo tiempo el acceso al código abierto para uso académico y gubernamental. Se espera la primera versión antes de finales de 2025.
Portugal: Desde 2024, un consorcio de universidades portuguesas trabaja en Amalia, un modelo de IA soberano capaz de responder preguntas, generar código, resumir textos e interpretar información en portugués. En septiembre se probó una versión beta y se prevé un lanzamiento público para mediados de 2026. El gobierno pretende integrar a Amalia en los servicios de la administración pública y el análisis científico.
Implicaciones estratégicas
El avance hacia una IA soberana no es simplemente una búsqueda tecnológica sino una respuesta estratégica a las realidades geopolíticas. Al crear capacidades independientes de IA, las naciones europeas pretenden reducir la dependencia de la tecnología extranjera, proteger la privacidad de los datos y fomentar la innovación dentro de sus fronteras. Estas iniciativas indican un reconocimiento cada vez mayor de que la IA es un componente crítico de la infraestructura, similar a la energía o el transporte, que las naciones deben controlar para salvaguardar su futuro.
